viernes, 25 de diciembre de 2015

WHIPLASH.

Madre mía, que película!

Una obra de arte de Damien Chazelle hace que un completo ignorante sobre el Jazz como yo llegue a apreciar lo que es esa música y lo que ella transmite. 




El artífice de todo esto no es otro que JK Simmons con un papel importantísimo y que interpreta a la perfección en todo momento, el mismo Simmons que le imprime a la película un ritmo endiablado y intensísimo que provoca que la película, que no es corta, se nos pase en un suspiro.






JK Simmons (Terence Fletcher en la película) da vida a un profesor durísimo con sus alumnos y en especial con Andrew Neiman (Miles Teller). Andrew ama el jazz y quiere convertirse en uno de los más grandes baterías de todos los timepos, y ahí es donde viene la grandeza de la película, Simmons logra que su alumno ame el Jazz por encima de todas las cosas alejándose de todo por conseguir alcanzar su sueño, después que se olvide de él, que se sienta un fracasado, sin futuro en ese mundo y por último que lo vuelva a amar y consiga su aprobación y la de todo el mundo con una actuación estelar con todo en su contra de Neiman.

Y una gran película no podía tener otra cosa que un gran final. Vaya final! Uno de esos finales que hacen que cuando todo se pone negro y aparecen los créditos eches la cabeza hacia tu respaldo, cierres los ojos y tomes una bocanada de aire.


En resumen, una película que embriaga al espectador desde la primera escena hasta su sublime final, sólo ver y disfrutar.

Doctor Sócrates.

Puntuación: 9'5/10


1 comentario:

  1. Que buena crítica y creo que tienes mucha razón la verdad. Por algo se llevó el Oscar JK Simmons

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