Reflexión de un cinéfilo

Aprovecho la triste cartelera de los últimos meses, quien dice meses dice tiempos, para escribir esta reflexión que lleva tiempo en mi cabeza y necesitaba salir.

Y está claro que alguna película buena sale de vez en cuándo, y que los buenos actores y buenas actrices siguen existiendo y nos van a seguir dando buenos momentos, véase la reciente película del Joker que si, que es buena y que el papel Joaquin Phoenix es una auténtica locura, que si que ha llenado salas de cine pero aún así ya no es lo que era antes.

Dónde están aquellos bullicios de gente acudiendo a los cines a ver las películas de El Señor de los Anillos, aquella fiebre por sagas como Star Wars, películas como Grease, Gladiator, Titanic o Los Otros.

Ya sin irse tan atrás, las salas se llenaban con las películas de Harry Potter, los Piratas de Caribe, Avatar o incluso, Spiderman, pero ya van muchos años en los que no se respira igual el cine, no hay la misma ilusión, las mismas ganas de que aparte de un arte, como indudablemente es, también sea algo social.

Lo que también es indudable es lo que le ha afectado la pequeña pantalla, eso es verdad, y sobretodo, los desorbitados precios del cine, gracias a empresas aprovechadas y a un gobierno que tiene olvidado este mundo tan grande y tan importante y que solo se acuerda de él cuando hay que subir impuestos o recortar fondos de algún tipo.

De todas formas creo que no es solo eso, creo que el cine se ha vuelto tan comercial, y tan poco social que el buen cine, lo vamos a acabar perdiendo, y las salas de cine, antes, nos arrepentiremos.

Firmado, D.S.